domingo, 22 de agosto de 2010

todo estaba en tu cabeza

Era la fragilidad con la que pestañaba,
la sutilidad que le faltaba y
el olor que nunca me gustó.

El tiempo inevitable,
las pulsiones encadenantes
y el morbo que lo contenía.

Esa desesperación asfixiante,
que únicamente era desconcertante.
Acción!

Palabras llovian,
la briza me envolvía
y solo me dejaba llevar.

Respiras y de pronto lucidez!
El limbo y sus colores psicodélicos.

Si sucedió,
si, si, si, si, si!
Nada se acaba,
porque nada comienza.

Respira,
como en otro planeta.
Camina, sin gravedad.
Mira profundamente.

El pero de siempre,
cabará el hoyo perpetuo
y encendera lo mas profundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario