miércoles, 18 de febrero de 2009

Elegí el nombre de una odalisca, ya que estas bellas esclavas, vírgenes del harén, por sus extraordinarios talentos algún día llegarían a ser una concubina. Lo mismo sucede con  todo lo que existe y en este caso con el arte;  ya que  no importa el tiempo, ni etnia alguna para que sea reconocido y encuentre su lugar. La esencia lo  permite...“Meltem”, brisa, viento leve, representa de la mejor  manera,  lo intangible  de lo que les quiero mostrar. Esa identidad alterna. Aquello que  hace que una cosa sea lo que es...

Equilibrio mental  y social.

Diferentes tonos, el cauce del río.

Un anhelo conocerlo. La vida y los sueños.

No existe el orden.

Vitalidad!

Estamos hechos de una mitad.

Con suerte tú esencia.

El ridículo atrevido del infinito sin saber.

Sentido?  Palabras… Significados…

En el vaivén o limbo interminable,

Necesidades insaciables

Y si fuese poco…

Culpabilidad alucinada de la distorsión.

Condenadas en el infinito, jamás, para siempre de la eternidad, tranquilidad, paz, fe y realización.

“Todo” dentro del la inconsistencia terminable del equilibrado interior.

Si hay algo que decir es hacerlo.

Callar célebremente.